miércoles, 21 de marzo de 2012

Cuentos para no dormir

Aspiro humo y me relajo,
sin juicio y sin trabajo,
un día más busco un atajo,
no compito con tu sucia verborrea sin sentido,
sólo quiero dormir acurrucada en mi nido,
no olvidar nunca lo vivido
perdurar en el recuerdo de mis seres más queridos,
no librar guerras de mierda en el valle de los caídos,
entre cientos malnacidos yo ya encontré mi sitio,
fuera de tu coto de caza,
de tu ganado avistado,
de tu orgullo,
de tu lado.

Dame paz si buscas gloria, 
yo te doy lo que no tengo,
una risa o un momento,
una parada en el tiempo.
Deja que lo olvide todo,
méceme en la sin razón del que va fluyendo solo
y ya no busca una razón.

Déjate la piel,
por el no entender,
por el voy cuesta abajo y no sé donde voy a caer,
y ya veremos,
si estamos vivos es porque otra vez más resistiremos,
porque nos dormimos en la ola del tiempo,
hasta que llega nuestro momento y nos prigamos mar adentro.


Y lo echamos todo, 
desde el cielo hasta el lodo,
arrastramos la conciencia hasta un camino confuso,
ángulos obtusos,
andamos por la cuerda floja,
creyendo aún en la paradoja del que se baña y no se moja